La mayoría de las organizaciones no pueden comunicarse e interactuar con sus empleados clave de primera línea: los empleados que no tienen una computadora comercial, un teléfono comercial o una dirección de correo electrónico comercial. En cambio, las empresas confían en canales que están desactualizados y simplemente no se ajustan a su propósito, como grupos de chat locales, redes sociales privadas, revistas trimestrales y tablones de anuncios. Esta enorme fuerza laboral está desatendida con información vital relacionada con el trabajo. En un mundo donde la velocidad es más esencial que nunca, las empresas están quemando valor y rentabilidad.